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Long-form content: ¿cuáles son las ventajas del contenido en formato largo?

El contenido es la esencia del marketing y la publicidad. Obviamente, para conectar con el usuario hacen falta muchos más ingredientes, pero el contenido siempre está presente. Por eso, los profesionales del sector cada vez tratan de desarrollar estrategias más efectivas y precisas que giren en torno al contenido. Y, en una época en la que parece que la norma es el contenido breve y llamativo, el long-form content sigue siendo una de las opciones preferidas de los usuarios. 

Más allá de elegir un contenido u otro, la clave del éxito está en la estrategia. Definir una estrategia de contenidos que se adapte a los objetivos de una marca y a los intereses de su audiencia. Elaborar un plan de este tipo tiene numerosos objetivos. Por ejemplo, desde SemRush señalan que ayuda a conseguir más visibilidad online, a llegar a clientes potenciales o a ganar autoridad. 

A la hora de elaborar esta estrategia, una de las cuestiones que hay que abordar es el tipo de contenido que se quiere usar. Puede ser contenido audiovisual, piezas de snack content, acciones de branded content… 

Una forma de distinguir el contenido es hablar de short-form content o long-form content. Así, mientras que el de formato breve se basa en contenido más corto y que se consume más rápido, el long-form content tiene más que ver con la profundidad o el detalle. Es decir, son piezas más extensas como posts largos, ebooks o guías que abordan con más detenimiento cada tema y, por lo tanto, los usuarios necesitan algo más de tiempo para consumirlo. 

Ventajas del long-form content 

Trabajar en piezas de long-form content, aunque requiera una mayor dedicación, tiene ventajas para las marcas. Por ejemplo, desde ibmh corp destacan beneficios como, por ejemplo: 

  • Posicionarse como experto en una temática. Este tipo de contenido ofrece más detalles y mayor profundidad sobre una temática concreta. Por lo tanto, otorga autoridad a la marca en ese ámbito.
  • Mayor valor. El long-form content, además, tiende a percibirse como contenido más valioso. Lleva detrás un proceso de documentación e investigación que ayuda a retener a los usuarios y fidelizarlos. 
  • Optimización SEO. Los motores de búsqueda como Google tienden a valorar este contenido: piezas extensas y con una estructura cuidada. Por ello, las empresas que crean este tipo de contenido pueden mejorar su posicionamiento y ganar visibilidad. 

Cuatro tipos de long-form content

Existen muchas formas de crear piezas de long-form content. Por ejemplo, desde Ranktracker destacan cuatro: 

  • Contenido pilar. Se trata de una pieza de contenido muy grande que enlaza a otras más pequeñas. El objetivo de este tipo de contenido es ayudar a la marca a ganar autoridad ofreciendo un recurso completo sobre un tema concreto. 
  • Libros electrónicos. Son contenidos que se suelen ofrecer para descargar en PDF. Es una combinación temática de texto e imagen, lo que ayuda a reforzar en la mente de los usuarios la identidad de una marca. 
  • Libros blancos. Son similares al caso anterior pero su carácter es más formal. Esta modalidad de long-form content pretende ofrecer una solución adecuada ante un problema concreto. 
  • Entradas de blog en formato largo. Este es el long-form content más habitual. Pueden ser desde guías de instrucciones hasta resúmenes de expertos, análisis detallados sobre un concepto concreto…

Tres consejos para hacer buen long-form content 

Aparte de dar con el formato adecuado, también es importante ejecutar bien la pieza para que cumpla con su cometido. Para ello, desde Linkwhisper dan tres consejos clave: 

  • Ser preciso. Que sea largo no significa que tenga que ser costoso de leer. Es importante que el contenido fluya para que la audiencia no pierda interés. Además, hay que tener siempre presente la premisa de que aporte valor y que sea así durante todo el texto. 
  • Desarrollar una buena estructura que facilite la lectura. Es clave que, de un primer vistazo, el usuario sepa qué puede encontrarse en el artículo. Por eso, en piezas de long-form content es especialmente importante la estructura. Si es un texto largo, es recomendable que incluya elementos que aligeren la lectura. Por ejemplo, encabezados, citas, listados, imágenes… 
  • Hacer una buena investigación previa. Analizar bien el tema previamente es clave para hacer una buena estructura y preparar un buen contenido. Por ejemplo, se pueden ver qué artículos short-form se han escrito sobre el tema y que funcionan bien para desarrollarlos y convertirlos en una pieza de long-form content.

En definitiva, el long-form content es una apuesta por el contenido desarrollado y que aporte valor. Por eso, es primordial ser riguroso en todo el proceso de creación, desde el planteamiento del tema hasta la difusión. 

 

 

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