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La responsabilidad humana sobre la inteligencia artificial

¿Quién controla la inteligencia artificial? Esa es la pregunta que David Damian, programmatic expert manager de Adevinta Spain, y Alberto Guerra, programmatic sales support de Adevinta Spain, trataron de responder durante su participación en el Inspirational. 

Este evento, que organiza anualmente IAB Spain y que se celebró del 17 al 19 de octubre, pone el foco en la innovación digital y es toda una referencia dentro del sector del marketing y la publicidad digital. Un encuentro de profesionales pertenecientes a esta industria que se estructura en espacios temáticos. Uno de ellos, el dedicado a la inteligencia artificial y la data, patrocinado por Adevinta Spain, fue el marco de la ponencia realizada por David Damián y Alberto Guerra. 

En esta sala se realizaron cinco sesiones más que abordaron desde el uso de la inteligencia artificial en el proceso creativo hasta las claves legales del uso de este tipo de tecnologías. 

La inteligencia artificial ha llegado para quedarse

La premisa inicial con la que empezó el viaje que David Damián y Alberto Guerra propusieron a los asistentes al Inspirational fue que hace ya tiempo que hemos integrado la inteligencia artificial en nuestras tareas diarias, aunque su importancia está creciendo de forma significativa en los últimos meses. 

Concretamente, la inteligencia artificial generativa (IAG), que se utiliza para generar contenido a través de unas instrucciones simples, ha sido la que ha popularizado a una velocidad de vértigo el uso de esta tecnología. ChatGPT, Gemini, Llama 2 o Azure AI son solo algunas de las herramientas visibles de esta revolución. 

Para mostrar el potencial de estas herramientas, los programmatic experts de Adevinta Spain mostraron como la IAG les había ayudado a mejorar visualmente su presentación creando un banco de más de 400 imágenes a través de dibujos simples. 

Pero la IA va mucho más allá de crear un copy o proponer una estructura para desarrollar un contenido o generar una imagen desde cero. Tal y como explicaron, puede ayudar a la detección de enfermedades, a traducir de manera simultánea videollamadas y mucho más. 

Por ejemplo, en el caso concreto de Adevinta Spain ya hay más 200 casos de uso de herramientas de inteligencia artificial como los sistemas de recomendación en todos los marketplaces o el CV parsing en InfoJobs.

¿Qué depara el futuro de la inteligencia artificial? 

Una de las grandes preguntas que sobrevuela a la sociedad en la actualidad es qué va a implicar el uso de esta tecnología en el futuro. En este sentido, ambos coincidieron en que estamos en el comienzo de una gran revolución y que “desarrollos que estaban previstos para meses o años se han dado en solo unas semanas”. 

En este sentido, David Damián aseguró que las personas “no solo coexistimos con la inteligencia artificial, sino que también estamos creciendo y evolucionando con ella”. Asimismo, destacó que “muchos de nosotros no nos hemos parado a pensar que cada vez que utilizamos herramientas de inteligencia artificial como ChatGPT nos estamos convirtiendo en coach de IA”. 

Por eso, una de las claves para el futuro de la inteligencia artificial residirá en saber diferenciar lo que es real y lo que ha generado esta tecnología. Para ilustrar la complicación de distinguir lo real y lo que no lo es, propusieron un juego a la sala en la que tenían que adivinar cuál de estas imágenes era fake

Tras un pequeño debate y descubrir a la audiencia que todas las imágenes habían sido creadas con una inteligencia artificial, incidieron en que, en un futuro con una fuerte presencia de las IA, cobrará mayor importancia lo real. 

El uso responsable, clave para el presente y futuro de la inteligencia artificial 

El futuro de la IA es prometedor, pero también tiene sus riesgos. Por eso, Alberto Guerra planteó si se le deberían poner límites. En este sentido, David Damián reflexionó que “hay casos que reflejan cómo nos facilita la vida, pero necesita regulación”. Una regulación que, no obstante, no debería impedir su desarrollo. 

En este sentido, será crucial entender “que la sociedad es quien controla la IA”, tal y como afirmó Alberto Guerra, que también insistió en “utilizarla de manera ética y responsable para evitar, por ejemplo, la aparición de fake news”

Asimismo, la responsabilidad a la hora de utilizarla también aplica a la sostenibilidad. Muestra de ello es que, como explicó David Damián, “el uso de la IA también tiene un impacto ambiental: dos conversaciones de duración media con ChatGPT suponen un gasto de un litro de agua”. 

Por eso, para que tanto la industria de la publicidad como la sociedad en general puedan aprovechar todo el potencial de las herramientas basadas en inteligencia artificial, la responsabilidad a todos los niveles es y será indispensable. 

 

 

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