Las marcas son más que el nombre de una empresa que produce algo. Las marcas acompañan a los usuarios y también reflejan quiénes son o son sus principios. Crear adeptos a una marca que vivan la identidad de esta como parte de su propia esencia es un objetivo habitual para los profesionales del marketing y de la publicidad. Y, para alcanzarlo, las estrategias brand love son una herramienta indispensable.
Pero, vamos por partes, ¿qué es exactamente una love brand? Básicamente, y como se puede deducir por su propio nombre, es aquel que enamora a sus consumidores. Para ello, no solo hay que tener un buen producto que ofrecer, sino que es necesario tener algo más. Ese “algo” pasa por aunar de manera coherente elementos como los valores de la marca y el resto de los elementos de su identidad, sus acciones de marketing o sus objetivos estratégicos.
En definitiva, crear un ente sólido que, además, genere cierta identificación con los consumidores potenciales. En este blog en muchas ocasiones ya hemos hablado de ello: por ejemplo, a la hora de hacer publicidad para la generación Z o de utilizar el mood targeting .
Las ventajas de ser una love brand
Desarrollar una estrategia brand love y dar un carácter propio a la marca hoy en día parece más útil que nunca. Y, si esto se percibe así es por las ventajas que tiene y que mencionan desde Rockcontent :
- Incrementas la lealtad hacia la marca. Cuando se establece una relación emocional entre el consumidor y la marca, los lazos son más fuertes y, por lo tanto, es más difícil —pero no imposible, si no se trabaja correctamente— que una compañía de la competencia consiga desbancar a la love brand de su posición.
- El precio pierde importancia en la toma de decisiones. Cuando algo gusta de verdad, los consumidores están dispuestos a pagar un precio más alto por ello. Por eso, las marcas que consiguen caracterizarse como una love brand pueden fijar precios algo más elevados sin perder ventas.
- La marca gana fans… y también defensores. Cuando una persona cree de verdad en algo, en este caso en una marca, lo defiende. Por lo tanto, las compañías que desarrollan estrategias brand love con éxito, también están protegidas por sus fans.
- Las love brands se benefician de la capacidad de influencia de sus fans. La familia y los amigos suelen ser los primeros a los que recurrimos para pedir consejo antes de comprar algo. Por eso, tener una legión de brand lovers se traduce también en un gran número de prescriptores de marca muy valiosos.
Estas ventajas suponen, en resumen, hablar de un consumidor más emocional. Por ello, entra más en juego las experiencias, las emociones, las creencias o los estilos de vida.
Fuente: Customer Think
Cómo identificar a los brand lovers
Y no hay love brand sin sus brand lovers . Es decir, son aquellos consumidores que han depositado su confianza plena en la marca y se identifican plenamente con sus valores y su forma de actuar.
Como es lógico, cada marca tiene su público y no todas las personas son susceptibles de llegar a ser brand lovers . Por este motivo las marcas tienen que saber identificarlos. Y, más allá de eso, encontrarlos es imprescindible para fortalecer y afianzar esa relación.
En este sentido, desde Occam señalan algunas características clave para identificar a los brand lovers :
- El precio tiene menos peso en su decisión de compra. Como ya hemos comentado, cuando una marca se convierte en una love brand puede permitirse algunas licencias con los precios porque los consumidores que confían en ella y en sus productos están dispuestos a pagar el valor añadido.
- Impulsan la buena imagen de la marca. Cuando se produce un comentario negativo por parte de un usuario, los amantes de la marca se definitivamente en defensores de la marca y permiten frenar el aumento de los comentarios negativos.
- Están al tanto de las novedades de la marca y quieren adquirir los nuevos productos. Un brand lover no solo compra de manera recurrente o tiene cierta preferencia por un producto concreto. También está al tanto de las novedades que llegan y pretenden hacerse con ellas. En este sentido, un claro ejemplo es el de los eventos de Apple para anunciar novedades que son seguidos a nivel mundial y que despiertan un gran interés entre todos los fans de la marca. Asimismo, cuando exista la oportunidad de hacerse con productos que pertenecen a ediciones especiales o similares, son los primeros en hacerse con ellos.
- Les gusta estar en contacto con la marca. Los brand lovers generan conversación con la marca. Les gusta poder comunicarse con ella de manera asidua y reforzar esa sensación de identificación con ella.
Claves para desarrollar una estrategia brand love
Los brand lovers dotan a la marca de cierta humanización, lo que favorece esa fidelización y ese interés por todo lo que hace la marca. Pero, para llegar a este punto, las marcas deben hacer su parte. Así, a la hora de trazar una estrategia brand love las marcas deben tener en cuenta cuestiones como, por ejemplo:
- Es un camino de largo recorrido. Conseguir el estatus de love brand supone, en primer lugar, asumir que es un proyecto a largo plazo y poniendo el foco en todos los objetivos vinculados al branding . Con una acción puntual difícilmente se puede llegar a este punto.
- El usuario tiene que estar en el centro. Este punto aplica a cualquier acción de marketing o de publicidad, pero cuando hablamos de estrategias brand love aún es más importante si cabe.
- Define bien tu marca y sé coherente con ello. Una cuestión fundamental es la coherencia: no solo hay que definir bien la personalidad de la marca, sino que también es necesario ser consecuente con ello. E, idealmente, esto debe trasladarse a todo lo relacionado con la marca: sus productos y la forma de producirlos, sus embalajes , su identidad visual, sus acciones de promoción, etc.
- Apuesta por la creatividad y la innovación. Buscar ser diferente a los demás también es parte del entramado de una estrategia brand love. En este sentido, la innovación y la creatividad son apoyos tremendamente útiles.
- Comunica fuera, pero también dentro. Para trasladar una personalidad con la solidez propia de una love brand no solo hay que enseñarle al mundo lo que la marca es de manera consecuente sino que también hay que trasladar esta esencia a la propia compañía. Los empleados también tienen que percibir los valores de la marca y ser, en cierto modo, sus embajadores.
En definitiva, conseguir ser un brand love debe ser un objetivo estratégico a largo plazo que debe implicar a todas las personas que trabajan en la empresa y que requiere de mucha —y buena— comunicación acompañada de una dosis de innovación y creatividad.
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