La sostenibilidad ya no es una cuestión opcional. Todas las personas y, por supuesto, todas las empresas, deben trabajar para mitigar el impacto del cambio climático. Unos esfuerzos que pueden tomar muchas formas diferentes. Por ejemplo, si hablamos de las marcas y sus forma de trabajar todo lo relacionado con la publicidad, aparte de las fórmulas para impulsar una industria de publicidad sostenible, también tienen la responsabilidad de cuidar los mensajes que lanzan y fomentar hábitos positivos para el medioambiente entre los usuarios como, por ejemplo, la economía circular.
La economía circular se basa en tres ‘R’: reciclar, reparar y reutilizar. De esta manera, se aprovechan materias primas de otros productos en lugar de generar un nuevo residuo (reciclar), se arreglan productos ya utilizados (reparar) para que puedan tener una segunda vida (reutilizar).
Fuente: El efecto ambiental de la segunda mano (2023)
Además, se trata de un concepto que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) fijados por las Naciones Unidas en el marco de la Agenda 2030. Por ejemplo, está presente en el objetivo 12, dedicado a la producción y consumo responsables. En él se anima a fomentar prácticas de economía circular, lo que supone “diseñar productos duraderos, reparables y reciclables. También implica promover prácticas como la reutilización, el reacondicionamiento y el reciclaje de productos para minimizar los residuos y el agotamiento de los recursos”.
A nivel nacional, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico impulsa la Estrategia Española de Economía Circular con el objetivo de fomentar “un nuevo modelo de producción y consumo en el que el valor de productos, materiales y recursos se mantengan en la economía durante el mayor tiempo posible”. Esta estrategia establece objetivos como reducir un 30 % el consumo nacional de materiales en relación con el PIB tomando el año 2010 como referencia, reducir la generación de residuos de alimentos en toda la cadena alimentaria o reducir la emisión de gases de efecto invernadero por debajo de los 10 millones de toneladas de CO2 equivalente.
Beneficios de la economía circular
Los propios objetivos de la estrategia impulsada por España ayudan a comprender el impacto positivo de la economía circular. No obstante, el Parlamento Europeo agrupa sus beneficios en tres grandes áreas:
- Protección del medioambiente. En este sentido, desde este organismo señalan que “la reutilización y el reciclaje de productos ralentizarán el uso de recursos naturales, reducirían la alteración del paisaje y el hábitat y ayudarán a limitar la pérdida de biodiversidad”. Además, también permitiría reducir las emisiones de gases de efecto invernadero o atajar el exceso de envases. Algo que, señalan es un problema cada vez mayor puesto que los cálculos apuntan a que cada europeo genera casi 190 kg de residuos de envases al año.
- Reducción de la dependencia de las materias primas. Las materias primas son un recurso limitado y su demanda crece, lo que se traduce en una escasez de recursos. Sin embargo, con un modelo de economía circular este problema se mitigaría. Incluso, tendría beneficios a nivel económico en Europa, donde se importan más materias primas de las que transportan, lo que genera un déficit económico.
- Crear empleo y ahorrar dinero a los consumidores. Promover la economía circular también podría “aumentar la competitividad, estimular la innovación, impulsar el crecimiento económico y crear empleo”. Asimismo, la necesidad de rediseñar y mejorar materiales y productos para que tuvieran cabida en este modelo económico sería un motor de innovación para numerosos sectores económicos. Además, los consumidores podrían adquirir productos con una mayor durabilidad y capaces de mejorar su vida e incrementar su ahorro.
Los marketplaces digitales, una pieza clave para la economía circular
En la transición a este modelo de economía circular los marketplaces digitales de segunda mano tienen mucho que aportar. De hecho, en las sociedades actuales, cada vez más digitales, su papel es especialmente relevante.
El informe Second-Hand Effect 2023 elaborado por Adevinta explica que una de las estrategias circulares que tiene un mayor impacto es el comercio de segunda mano. Con él, se amplía el ciclo de vida de los productos, se reduce la demanda de otros nuevos y, además, contribuye a reducir las emisiones de carbono y los residuos.
En línea con esta cuestión, este mismo estudio refleja que los marketplaces de Adevinta, a lo largo de 2023, evitaron la emisión potencial de 3.181.215 toneladas de CO2. Esto equivale, por ejemplo, a la producción de 21.730.502 bicicletas nuevas.
En el caso de España, Milanuncios también aborda esta cuestión a través de su iniciativa por la sostenibilidad, Cierra el Círculo 2023, y su informe El efecto ambiental de la segunda mano.
Un análisis que demuestra cómo la economía circular genera un impacto positivo en el medioambiente. Así, en 2023, el mercado de segunda mano en España evitó la emisión potencial de 7.606,77 toneladas de CO2. Esto equivale a casi 12 millones de botellas de plástico o al consumo eléctrico de 10.923 casas al año.
Esta apuesta por fomentar la economía circular, además, no debe responder solamente a prestar la atención que merece la emergencia climática. También supone acompañar al usuario y atender sus inquietudes. Unas preocupaciones que, en uno de cada dos casos, pasan por el impacto ambiental de cada compra que hacen. Asimismo, el 89,27 % afirma que le gustaría ser menos contaminante y un 83,91 % cree que potenciar el consumo de segunda mano es fomentar un consumo más responsable.
Unos datos que avalan el papel estratégico que marketplaces digitales de segunda mano como Milanuncios van a desempeñar en la lucha contra el cambio climático y en el desarrollo de modelos de economía más sostenibles.
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